Superando la resistencia al cambio en programas de formación y desarrollo

Resistencia al cambio en planes de formación

En el mundo corporativo globalizado, la flexibilidad y el aprendizaje incesante no son solo ventajas competitivas, sino necesidades imperativas. Aun así, la incorporación e implementación de programas innovadores de Formación y Desarrollo (L&D) encuentra un obstáculo frecuente que no podemos omitir: la resistencia al cambio por parte de los empleados. Sortear esta resistencia es primordial para las organizaciones que buscan no solo sobrevivir sino prosperar en el mercado actual.

Para que los líderes y gestores puedan enfrentarse a la resistencia al cambio, deben establecer estrategias efectivas que permitan superar esta barrera.

 

Entender las raíces de la resistencia

El primer paso para superar la resistencia es comprender sus orígenes. En la gran mayoría de los casos, los empleados temen lo desconocido o se genera la percepción de que los cambios podrían amenazar su posición dentro de la corporación. Para esto es crucial, no solamente atender a estos temores de manera empática y estratégica, sino, además, abordarlos directamente, mediante una comunicación clara y transparente sobre los cambios, cómo impactarán individualmente y manifestar los beneficios consecuentes de dicha aplicación.

Al reconocer y abordar estos puntos de preocupación de manera directa, se puede comenzar a construir la confianza y la aceptación necesarias para impulsar el cambio de manera efectiva. La comunicación abierta y transparente juega un papel fundamental en este proceso, permitiendo a los empleados comprender mejor el propósito y la dirección de los cambios, y cómo estos pueden contribuir positivamente tanto a nivel personal como organizacional. Entender las raíces de la resistencia es fundamental para gestionar eficazmente el cambio organizacional.

 

Involucrar a los empleados en el proceso de cambio

Involucrar a los empleados desde las primeras etapas del proceso de cambio aumenta significativamente la aceptación y fomenta el compromiso al involucrarse en la planificación e implementación. Esto impacta directamente en la subjetividad, promoviendo la aportación de nuevas ideas e incrementando la conciencia de valoración, respeto a su experiencia, para mejorar el proceso de cambio.

Dar voz a los empleados desde el principio, se crea un sentido de propiedad y responsabilidad en relación con el cambio propuesto. Además, al ser roles activos, los empleados se sienten más capacitados y motivados para contribuir al éxito del cambio, ya que comprenden mejor su relevancia y cómo pueden influir en su ejecución.

 

Ofrecer formación y apoyo continuo

Proporcionar formación adecuada y apoyo continuo es esencial mejora las habilidades y conocimientos necesarios para adaptarse a las nuevas circunstancias y los cambios de manera efectiva. Esta iniciativa va más allá de simplemente ofrecer entrenamiento en nuevas herramientas o metodologías; también implica proporcionar el apoyo emocional necesario para manejar la transición. Un enfoque gradual y orgánico permite a los empleados familiarizarse y experimentar con los cambios, lo que facilita su incorporación gradual en su percepción y experiencia. Los cambios pueden generar ansiedad o resistencia en los empleados, por lo que es fundamental ofrecerles un espacio seguro para expresar sus preocupaciones y recibir orientación para manejar sus emociones.

 

Un enfoque gradual implica introducir los cambios de manera progresiva, permitiendo que los empleados se adapten a ellos a su propio ritmo. Esto puede incluir la implementación de pilotos o pruebas piloto antes de la adopción completa del cambio. Al permitir que los empleados experimenten con los cambios en un entorno controlado, se reduce la incertidumbre y se aumenta la confianza en su capacidad para adaptarse.

 

Reconocer y celebrar los éxitos

No olvidemos que una persona trabaja por un reconocimiento económico y simbólico. Reconocer esfuerzos y celebrar éxitos de los trabajadores, genera un impacto significativo en la moral del equipo, lo que valida el esfuerzo individual y refuerza la idea de que el cambio es beneficioso para todos.

 

Construir una cultura de adaptabilidad y aprendizaje continuo

El fomento de la cultura organizacional que valore la adaptabilidad y el aprendizaje continuo se convierte en la estrategia más efectiva a largo plazo, lo cual incluye no sólo al empleado, sino además a los cargos directivos, cuya combinación y sinergia permanente y continuada, promueve una visión de cambio, no como una amenaza, sino como una oportunidad de crecimiento corporativo que involucra lo personal y lo profesional.

Los programas de desarrollo y gestión del talento y un buen plan de formación van a ayudar a los profesionales a adaptarse al cambio y a estar acompañados durante todo el proceso.  En DEXS llevamos varios trabajando en estas dos líneas para gestionar y promover el desarrollo de las personas dentro de las empresas y elaborando y ayudando al desarrollo y ejecución de los planes de formación para que los profesionales se capaciten en las habilidades necesarias para afrontar los cambios.

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